A sus padres, en Perú
Come y bebe conmigo.
Con mi mujer, mis hijos
Y mis amigos.
Mira hacia dos palomas:
Es la paloma azul.
La paloma amarilla.
Sus manos son los ríos
Que van a dar
Irremediablemente
Al mar de su agonía.
El río se llamaba
(también murió)
El río Madre de dios.
Pienso que a todos los poetas,
A la hora señalada,
también habrán de darnos
En la madre
—aunque sea la de Dios.