Voy siguiendo tus pasos
por el bosque nevado,
hundo mis botas
dentro de tus huellas.
Miro hacia atrás:
no hay nadie.
Pero sé que algún día
otras piernas menudas,
sin esfuerzo,
me seguirán el rastro.
Voy siguiendo tus pasos
por el bosque nevado,
hundo mis botas
dentro de tus huellas.
Miro hacia atrás:
no hay nadie.
Pero sé que algún día
otras piernas menudas,
sin esfuerzo,
me seguirán el rastro.