Y lo sabe aunque no quiera saberlo – Jorge Riechmann

Si por cada palabra
el poeta tuviera que pagar,
por cada palabra
precisa o extraviada, húmeda
de connotaciones o reseca en raciocinio,
pegada a la piel del ser o estratosférica,
lúcida o legañosa, trepadora o veraz:
si tuviera que pagar el precio
de cada palabra sin olvidar ni una

¿se escribirían entonces tantos libros de poemas?

Pero precisamente
por cada palabra sin olvidar ni una
ha de pagar el poeta
su precio.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.