El eco del deseo – Meleagro

Sin descanso me inunda los oídos el eco del Deseo.
Mis ojos en silencio a las Pasiones le ofrecen llanto dulce.
No trajeron sosiego ni la noche ni el fulgor de los días,
y ya en mi corazón la cicatriz de filtros amorosos
instalada se sabe. Ay, Amores alados, ¿no me sobrevolasteis
otras veces?
¿Por qué no sois capaces de remontar el vuelo?

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