Que a las Musas llame Eros,
que las Musas a Eros traigan
y a mí — el amante sin tregua —
su canto ellas me regalen,
el canto grato: no existe
más dulce medicamento.
Que a las Musas llame Eros,
que las Musas a Eros traigan
y a mí — el amante sin tregua —
su canto ellas me regalen,
el canto grato: no existe
más dulce medicamento.