Poesía – Laila Belghali

La tarde va cayendo lentamente.
El sol, sobre la mar, ensangrentado,
agónico, acabado.
De darse a todo totalmente por él
se hunde en el abismo.
Mi corazón cansado,
quemado, roto, herido mortalmente.
Después de haberte amado,
rendido y fracasado
se hunde hoy, definitivamente.
Volviste a mí porque eras y eres mía:
ya no me dejes nunca poesía.

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