Ahora imploras tú, cuando ese fino vello debajo de las sienes
se insinúa, y tus muslos los vela ese pelo punzante.
Dices que para ti es voluptuoso. Mas ¿quién admitiría
que mejor que una espiga es la caña reseca?
Ahora imploras tú, cuando ese fino vello debajo de las sienes
se insinúa, y tus muslos los vela ese pelo punzante.
Dices que para ti es voluptuoso. Mas ¿quién admitiría
que mejor que una espiga es la caña reseca?