Aunque vaya al dentista la primavera es alegre
La primavera es alegre aunque sea dentista
Aunque florezca la primavera es alegre
La primavera es alegre aunque reverdezca
Aunque me suba a un autobús la primavera es alegre
La primavera es alegre aunque se me suba un autobús
Aunque reciba una carta la primavera es alegre
La primavera es alegre aunque reciba una sarta
Aunque tenga hambre la primavera es alegre
La primavera es alegre aunque tenga calambre
Aunque baje la escalera la primavera es alegre
La primavera es alegre aunque baje la marea
Aunque esté sola la primavera es alegre
La primavera es alegre aunque tenga cola
Aunque se me escape mi enamorado la primavera es alegre
¡La primavera es alegre aunque no sea alegre!
Un hombre sin brazos estaba de pie
Separados por un semáforo parecido a un puente colgante
él y yo nos enfrentábamos cara a cara
Él no tenía sus brazos
El semáforo cambia su luz a verde
y el hombre vino hacia mí
Yo, fingiendo estar preocupada por algo
me puse a caminar mirando mis zapatos
Después de cruzarme con él
y llegar a la otra orilla
corté el puente y volví mi rostro
Miré su saco viejo
y por un rato contemplé sus dos mangas vacías
Fui yo quien cortó sus brazos
Como si quitara unas ramas innecesarias
se los separé con una sierra
para que no pudiera tomar volante
para que no se pudiera salir abriendo una puerta
para que no se fuera con una mujer
para que no le pudiera agarrar los senos
para que no pudiera ahorcarla
Lo aserré con todas mis fuerzas
Para ser la primera vez lo hice bien
Él también me alabó; lo hiciste excelente
Su cuerpo amputado
quedó sobrio como un árbol del invierno
Pero
Los brazos no dejan de renacer
Para cuando llegue al cuarto de esa mujer
las dos mangas vacías de su saco
se habrán llenado de algo parecido a unas ramas
Aunque se corte su cuerpo por el dorso
los brazos renacerán tantas veces
Poesía de todas la épocas y nacionalidades