III
La boca en un rictus amargo.
Una mirada de fiera, para colgar
en el escueto retrato de los años.
Me voy con ellas,
a despertar al vivo y al muerto:
Las Locas de Plaza de Mayo.
III
La boca en un rictus amargo.
Una mirada de fiera, para colgar
en el escueto retrato de los años.
Me voy con ellas,
a despertar al vivo y al muerto:
Las Locas de Plaza de Mayo.