Propósito de enmienda – Raquel Lanseros

A veces me visita —ciego ahínco—
el monstruo de los celos, la pereza,
la gula o el azote de la culpa.

De toda humana falta, yo me acuso.

Si alguna vez te hiere por ejemplo
mi torpeza, mi miedo o mi desidia,
perdóname amor mío.

Que más preciada empresa no concibo
que deshojar mi vida mereciéndote.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.