Dañada de guerra
piel en jirones
manos cansadas de apretar
busco quien me algodone las heridas
las balsame y medicine.
Enflaquecida
sobre un catre suplico
alguien que gase mis pechos arañados
dulzure las escaras de mis piernas
unte de aceite mi sexo adolorido,
exhausto de lances y derrotas.
Responde sólo el eco.