Istmo de Tehuantepec/II – Irene Selser

La niebla cayó sobre el lago,
tus ojos grises se llenaron de sombras
al ver pasar una canoa blanca,
el remero de pie,
sentadas en silencio dos siluetas lánguidas.
Ignoro si el amor huyó esa tarde
temeroso del cielo y sus presagios,
o tal vez fue el alarido de ese pájaro.
Tardó la luna en asomarse.

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