«Este que aquí dejó en la tetradracma…»
Konstantino Kavafis
Sobre el muro, grabadas
con una cuchara o con las uñas,
dos palabras.
El odio y la soberbia
del vencedor, no precisó borrarlas.
Quién fue. Joven
o viejo, o mujer, o niño. Cómo
soñaría su vida. Qué madrugada
bajo ruido de puertas, botas, armamento,
vivas y mueras bruscamente cortados
por los disparos,
vio ante sí el rostro de los asesinos.
Qué les diría.
Sobre el muro,
junto a insultos y fechas,
nombres escritos para no morir
del todo, su
YA VIENEN.
Después caminaría
con desesperación y sueño
hacia el alba helada.