Con el trozo de un diario,
una leve pajarita
hice hoy. Voló bajita.
¡Planeó sobre mi armario!
Luego la cogí. Sus alas
letras tenían, oscuras.
Hablaban de sendas duras.
y de silbidos de balas.
De soldados, de aviones.
Pajarita, ¿por qué hay guerra?
¡Tan bonita está la tierra
sin herirla los cañones!
Entre trigo y amapolas
—en los surcos— juego al tren.
Si el viento sopla hay vaivén
¡de mar verde y blancas olas!