María Magdalena – Claribel Alegría

Te amé, Jesús 
te amé 
y tú también me amaste 
entre todos los rostros  
me buscabas 
y me anhelabas cerca. 
Me sedujo tu voz 
la serena pasión 
de tu palabra. 
Sentí temblar tu carne 
sentí temblar al hombre 
cuando ungí tu cuerpo 
con perfumes 
y enjugué tus pies 
con mis cabellos. 
Pude haberte hechizado 
y no lo hice 
me frenó tu mirada 
tu renuncia 
entre todos los hombres 
fuiste el hombre 
y no quiero curarme
de este amor.

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