El antiguo – Luis Antonio de Villena

A menudo estoy triste, como se ponen tristes
las tardes de noviembre, porque pesan ya mucho.
¡Tengo tantos recuerdos y pude ser feliz tantas veces,
que el tiempo se escurre en mí pidiéndome reposo!
He vivido mis vidas innúmeras, y estoy cansado.
Fui alegre en Egipto (en días de calor y negra cerveza)
pero ya estuve triste por alguien de quien sólo la piel
recuerdo. Tengo memoria de pantanos y nieve,
y en un largo sendero ceniciento, de monjes que enterrábamos
a Tomás de Cellano. Brillos de espadas y aventura.
Un landó que corría por las calles de Londres,
y luego un largo buque que iba al sur, y una pistola
y guantes. La piel del viejo Egipto era la misma.
Me llamaron Andy the Best, y bebíamos mucho.
Éramos alegres ella y yo. Y recuerdo una ventana
dando a un parque, y araucarias y muda melancolía...
¿Por qué no puedo volver, y adónde quiero volver, si pudiese?
Yo sé que hubo un beso antes del mundo,
y que algo salvaje rasgó el Tiempo, y entramos
y entré, y ya era antiguo, y fui buscando tus huellas
y las busco aún, y hallo fragmentos y tactos de esa piel,
y evoco que habitamos, antaño, sin nombre, la alegría.
Pero tengo tantos recuerdos, y no te encuentro,
tanto he vivido, y tanto temo morir y tanto quiero
(melancólico era ya en Egipto) que quienes me ven se extrañan
porque digo a menudo cosas que nada significan,
y lloro muchas noches mirando lejanas estrellas que he perdido.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.