COMO música en el instante
el cielo de hoy se va perdiendo.
Es verdad que era de uñas,
un cielo en vilo y ceniciento.
Intentarán, con simulacros,
venderte otro por auténtico.
Pero a su luz y a su color
los tachará el frío del pecho:
este fosco timón trabado,
el ancla esta de mares secos.