Apresuradamente
llega el otoño hasta los arces
con pies de bailarina
por el aire.
Es septiembre. Ha llovido,
un penúltimo olor a hierbabuena
y un pájaro postrero
por el aire.
Qué agónico jardín para el recuerdo,
bordado en la madera de la tarde.
Apresuradamente
llega el otoño hasta los arces
con pies de bailarina
por el aire.
Es septiembre. Ha llovido,
un penúltimo olor a hierbabuena
y un pájaro postrero
por el aire.
Qué agónico jardín para el recuerdo,
bordado en la madera de la tarde.