Habíamos dado más de mil órbitas sobre el mar sin haber jamás arribado a ningún cabrón puerto Coritani nos traía por mar perdidos algún tiempo para después dormirse y dejarnos otra vez perdidos No quedaba un solo Harrier a bordo y las cargas de armamentos y alcohol arrojadas al mar por unas rocas que eran como olas varadas MaCoritani hacía detener el viento para salir a guerrear a cubierta pero amodorrado por el rocío y el sueño veía nubes que se hundían en el mar Entonces alucinó hundir el portaaviones hasta la mitad, hasta dejar flotando sólo las gigantescas velas en cubierta para que parecieran unas dunas de mármol levantando una capilla Mientras el arsenal de agua debajo del casco y el mar rodeando por todos lados a la vez hacía estremecer de gozo a los rapsodas druidas porque PatrescaOssavinci de una belleza que mandaba a irse de lado al cielo iba levantando el mármol y lo socavaba con su cuerpo hurgándole un hombre la ternura despiadada de un hombre y con sus ojos hurgándole un faro.