Justificación de la poesía – Jorge Riechmann

La poesía es injustificable.		
La tensión de las sílabas no es ni con mucho tan alta		
como la de las zumbantes torres eléctricas hincadas en el lomo de la tierra.		
La energía represada en los versos resulta ridícula		
en comparación con la embalsada por la presa.		
La canción y el cirujano prestan ayuda a la vida		
—¿quién preferiría la de la canción?		
La poesía tiene manos de nieve,		
tiene manos de cebolla, tiene manos de arena.		
Su respuesta al último para qué		
es un silencio		
ensimismado de angustia y de esperanza.		

La respuesta del ser humano		
al último para qué		
es también un silencio		
ensimismado de angustia y de esperanza.		
El ser humano es injustificable.		

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