Por el camino una granja de palmeras
y en ellas se cría la luz
cómo se llama el matadero de las flores
me las he puesto todas en los labios
y no quiero más
están rojos porque simplemente son labios
la música lo eléctrico es lo que menos duele
por el camino una granja de palmeras
me casaría rodeada de ellas
fábricas
el humo el mar
aquí firmo el temor de cuando estoy fuera
el humo el mar
nadie sabe a qué se parece un espejo
ni siquiera los gatos que buscan
con sus pupilas la noche he visto la luz
he visto mucha más luz
por sus arterias flexibles y en las palmeras
aplastemos las palmeras con nuestras botas
de verano
los gatos tienen un dios en los ojos
su luz es el color de mi estómago.
Archivo de la categoría: Luna Miguel
Hemos visto cuatro veces las cuatro películas de Shrek – Luna Miguel
marguerite duras y yann andréa pasaron toda su relación
amorosa llamándose de usted
lo leo en una revista de literatura
mientras en el cuarto contiguo de la rochelle
una mujer caga y en su esfuerzo se le escapa
un delicado pero desgarrador gemido
que por alguna razón colma mis ojos
de lágrimas
Este es el primer poema que escribo completamente desnuda – Luna Miguel
Sé que llega el verano porque bajo la manta mi pies descalzos
chocan contra tus pies descalzos y todo es suave
el corazón que hubo en mi vientre fue corazón y no latía
fue vida y no latía
fue nuestro mejor deseo
hoy me despierto descalza y es casi verano
bajo la manta me rozo contra mí
me restriego contra mí
ya llevo más de quince días sangrando
sé que llega el verano y hasta que llega escribo desnuda
porque desnuda es como hacemos a los bebés
y así siento cariño
estoy contenta
todo es más suave
Ancla plateada – Luna Miguel
Eres un buen momento para nacerme de este brazo.
Para nacerme de las rodillas.
Para nacerme:
nunca del vientre,
sí del tatuaje plateado.
Antes del óxido yo lo era todo.
Ahora soy futuro.
El hilo delicado que se anuda en el ancla.
Para saber sanar hay que saber enfermar – Luna Miguel
Apareció una y luego otra y luego otra.
Era verano y estaban por todas partes reproduciéndose como una plaga antigua.
Yo escuchaba sus latidos a través de la madera;
te pregunté si las cucarachas tenían corazón y
tú me dijiste que no sabías de eso.
Conocemos poco las cosas sencillas, pensé.
Nada nos importa hasta que duele.
Una bolsa azul con tu nombre y el del veneno – Luna Miguel
Dejaste de masticar la sangre: la vida se resumía en suero porque el suero es el nuevo oro.
Ya no buscamos diamantes, queremos longevidad.
Hay reinas que coleccionan comida bajo la cama y todas se creen princesas. ¿Recuerdas el
cuento? Hay musculatura. Tu medicina no olía bien.
Hay reinas que coleccionan comida, y en sus venas el suero. Y en sus estómagos los perros.
Ahora dicen que tienes náuseas pero yo sé que cada eructo es un canto.
Una bolsa azul con tu nombre y el del asesino.
Pero tú quieres alimentarte.
Tú quieres decirlo: sobrevivir cansa.
Poesía masculina – Luna Miguel
nunca le he pedido que me coma la polla
en todo caso
he empujado levemente con el borde de mis palmas
la barricada de su omóplato
levemente
sutilmente
nunca he sido demasiado sutil
para qué voy a serlo si me llamo hombre
si con el borde de las palmas de mis manos
ya ordeno levemente
opacamente
hazme caso balbuceo
sé líquida pienso
nunca le he pedido que me haga el amor
ni siquiera aquella tarde en cartagena de indias
después de que mis testículos se remojaran en la piscina
o de que mi hijo riera como nunca
entre salpicaduras de cloro
era la hora de la siesta y nuestras bocas olían a lulo
cómemela podría haber dicho
trágatela está dulce
pero al final todo cuanto mis manos sostuvieron
fue el cuerpo inquieto del niño
mientras ella le cambiaba el pañal
antes de darle un beso en la frente
y de que nos quedáramos los tres dormidos
semidesnudos en la enorme cama de ese hotel
en el que nunca follamos
pero donde amé
levemente
torpemente
justo como ama un hombre
Cicatrices – Luna Miguel
Mi abuelo tiene una cicatriz en el estómago.
Mi abuela tiene una cicatriz en el pecho.
Mi madre tiene una cicatriz en la garganta.
Mi padre tiene una cicatriz en la rodilla.
Mi amante tiene una cicatriz en el costado.
Mi vida no tiene cicatrices. Solo manchas,
aceite, tiempo quemado:
un rasguño.