cuando el amor se ha acabado no hay canciones
no hay festín de ayeres
tan solo la certeza diminuta, clara y dolorosa
de que la trémula vela se ha consumido
dejando solo humo
y el recuerdo de una luz brillante y perfecta
cuando el amor se ha acabado no hay canciones
no hay festín de ayeres
tan solo la certeza diminuta, clara y dolorosa
de que la trémula vela se ha consumido
dejando solo humo
y el recuerdo de una luz brillante y perfecta