¡Vida plena, primavera!
¿Quién os podría negar
viéndoos?... Y si pasarais,
¡tiempo para recordar!
¡Ah!, ¿en qué mundo, o en qué sueño
he entrado, para encontrar
el alma que no tenía...?
¡Pudiera morirme ya!
Lo mejor de mí no es mío.
Lo que yo he de ser está
esperándome en tus ojos.
¡Cómo los iba a olvidar!