Para el pan que te pedimos,
¿qué te falta, molinero?
Ni el trigo ni el agua faltan,
¡ya sólo me falta el viento!
Que el trigo está en el sembrado,
y el agua es sudor abierto,
pero el viento que lo muela…
el viento… ¿dónde está el viento?
¡Dónde está, Señor, el viento!