ESCUCHA cuando estés entristecido,
en el silencio de tus noches solas,
estas maravillosas caracolas
que de remotas playas he traído.
Y oirás, entre el tumulto de las olas,
cantar a las sirenas en tu oído:
¡Ni bálsamo ni jugos de amapolas
producen un tan inefable olvido!
Te irás adormeciendo sus canciones,
soñando con nereidas y tritones…
Y si algún día tu soñar despierta,
en la playa verás, bajo una palma,
la desnudez de una sirena muerta,
¡de la sirena que murió en tu alma!
Precioso soneto. Buen día.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Buen día para ti también, gracias por tus estrellitas
Me gustaMe gusta