EL tic-tac del reloj como un insecto que maquina la ruina de las vigas, araña que edifica su minuciosa red en mis oídos. Los yambos y troqueos que fabrica el oído acorralado. El dáctilo metálico en el tímpano. Los ruidos de las tripas del gato que se extingue lentamente en la silla de al lado. Los ruidos de las mías con su oscuro gruñido indiferente de vieja cañería. Maullidos de otros gatos enzarzados en reyerta de espinas. El maullido del viento; su arañazo de esparto entre los pinos. El mismo viento como un mar de lija. Crepitar de rescoldos. El crujido de un hueso en la mandíbula. El motor de tu coche que se acerca. El ruido de la verja. La puerta del garaje. Tus pasos cuando subes la escalera. La puerta de la casa, su chirrido. Las pezuñas del perro en las baldosas. El roce de tu cuerpo en la cortina. La bulliciosa esquila cuando orinas deshaciendo la trama de los ruidos.
Muy interesante, gracias por compartir! 🔥
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