1
No te acerques a la playa
si no quieres ver el mar...
Pero si dejas la orilla,
déjate en la orilla el ancla
que te impida navegar.
2
Tierra adentro, o bajo el cielo
salpicado por la sal.
Tierra adentro o mar adentro...
Pero no donde la playa
se confunde con el mar.
3
¡Qué bien brillan las escamas
salpicaditas de mar!
¡Qué bonito es el pescado
que va a mi red a encallar...!
¡Qué lástima que la barca
donde me vengo a pescar
sea de un amo que nunca
conoció el sudor del mar!
4
Para el próximo verano,
la barca, madre, ya nuestra.
Para dentro de dos años,
quizá nuestra choza abierta...
¡Pero nuestra vida, nunca,
nunca, madre, nunca nuestra!
5
Me voy de la tierra, madre,
que no me quiero encontrar
la cadena en el sembrado
cuando me pongo a sembrar.
Me voy de la tierra, madre,
que no lo pudo encerrar
ni puso cadenas nadie,
ni puso cadenas nadie
para sujetar el mar.