A Moctezuma – Pedro Casaldáliga

Dioses por dioses, sin piedad trocaban;
madres por viudas, reyes por vasallos.
La muerte cabalgaba en sus caballos.
Sus cruces y sus preces blasfemaban.

No “fue Dios quien le dio tanta victoria”.
No andaba Dios metido en sus degüellos.
Menos que maceguales todos ellos,
quemaron con sus naves su memoria.

Y basta ya de imperios y de oro.
Sea el matiz el único tesoro
y soberano el Pueblo y ley la Vida.

Libre la sangre en las banderas rojas,
verás reverdecer piedras y hojas,
Tenochtitlán verá la amanecida.

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