Casa fugaz – Andrés Neuman

Somos iguales, tienes
la exacta fortaleza
que me hace en parte débil.
Sigue siendo difícil
en la casa terrena desnudarse.
¿Trascender? Eso intentan los solemnes,
como si dominasen el misterio
de habitar hasta el fondo este lugar
sin cederle terreno a las alturas.

Si te toco, artesana,
¿querrás estar aquí enteramente?
Durando en lo fugaz,
así transcurriría nuestra entrega.
Desconociendo cómo,
así nos buscaríamos.
Iguales en la duda. Enamorados
de la fragilidad de estas paredes.

Otoño en Málaga – Pablo García Baena

Dedicado a Málaga


Huésped ligero el otoño llega
silencioso hasta Málaga. Yo rezo
por sus vendas benéficas de lluvia
fijando el dulce corazón maltrecho
del verano y su carne. Beso llamas
en las murientes hojas del recuerdo.
Adiós, fría glorieta. Sobre el banco
extiende octubre harapos verdinegros.
Caen frutos y pájaros. La niebla
cicatriza los besos.

La abeja – Miguel Gutiérrez

Se acerca un niño goloso
á un panal de rica miel 
y al contemplar, envidioso,
posada una abeja en él
matarla quiere furioso.

Mas de su mala intención
hubo luego de quejarse,
pues al consumar su acción
sintió en su dedo clavarse
la punta del aguijón.

Ayes de dolor exhala,
y al querellarse no advierte
que su ingratitud propala:
ella su miel le regala 
y él, en pago, le dá muerte.