Quiso cantar, cantar
para olvidar
su vida verdadera de mentiras
y recordar
su mentirosa vida de verdades.
Archivo de la categoría: Poesía Mexicana
Dos cuerpos – Octavio Paz
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos olas
y la noche es océano.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche desierto.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.
Dos cuerpos frente a frente
son dos astros que caen
en un cielo vacío.
Primavera a la vista – Octavio Paz
Pulida claridad de piedra diáfana,
lisa frente de estatua sin memoria:
cielo de invierno, espacio reflejado
en otro más profundo y más vacío.
El mar respira apenas, brilla apenas.
Se ha parado la luz entre los árboles,
ejército dormido. Los despierta
el viento con banderas de follajes.
Nace del mar, asalta la colina,
oleaje sin cuerpo que revienta
contra los eucaliptos amarillos
y se derrama en ecos por el llano.
El día abre los ojos y penetra
en una primavera anticipada.
Todo lo que mis manos tocan, vuela.
Está lleno de pájaros el mundo.
La calle – Octavio Paz
Es una calle larga y silenciosa.
Ando en tinieblas y tropiezo y caigo
y me levanto y piso con pies ciegos
las piedras mudas y las hojas secas
y alguien detrás de mí también las pisa:
si me detengo, se detiene;
si corro, corre. Vuelvo el rostro: nadie.
Todo está oscuro y sin salida,
y doy vueltas en esquinas
que dan siempre a la calle
donde nadie me espera ni me sigue,
donde yo sigo a un hombre que tropieza
y se levanta y dice al verme: nadie.
Las palabras – Octavio Paz
Dales la vuelta,
cógelas del rabo (chillen, putas),
azótalas,
dales azúcar en la boca a las rejegas,
ínflalas, globos, pínchalas,
sórbeles sangre y tuétanos,
sécalas,
cápalas,
písalas, gallo galante,
tuérceles el gaznate, cocinero,
desplúmalas,
destrípalas, toro,
buey, arrástralas,
hazlas, poeta,
haz que se traguen todas sus palabras.
Guarida – Julia Santibáñez
El gorrión se cae.
Sordo y mudo
del nido se cae,
sin aire, desnudo.
¿A qué dios invoca,
boqueando?
Viento de la tarde – Rubén Márquez
El viento jugaba con la tarde
que iba creciendo por debajo de su falda
con su resplandor marchito delirando.
La luz del mar entibiaba la caricia
que sus piernas desnudas recibían
con la brisa de su sexo despertando.
Al llegar al cuarto
mis manos navegaron por su falda
y su cuerpo fue tarde derramada.
Procedente quién sabe de dónde… – José Luis Rivas
Procedente quién sabe de dónde,
Se gana el puerto,
Bien flanqueado,
Bien asistido
Por muchachas que ofrecen
Cestas frutales,
Pardas estrellamares
Y caracoles Midas.
¡Oh Pomona del mar!
Me gustó que lloraras – Jaime Sabines
ME GUSTÓ QUE LLORARAS,
¡Qué blandos ojos sobre tu falda!
No sé, pero tenías
de todas partes, largas
mujeres, negras aguas.
Quise decirte: hermana.
Para incestar contigo
rosas y lágrimas.
Duele bastante, es cierto,
todo lo que se alcanza.
Es cierto, duele
no tener nada.
¡Qué linda estás, tristeza,
cuando así callas!
¡Sácale con un beso
todas las lágrimas!
¡Que el tiempo, ah,
te hiciera estatua!
Tu barco – Tere Medina
Nunca tu quilla agresora
ha penetrado
tras la muralla de rocas,
cárcel cruel de mis orgasmos.
¿por qué caminos, dime, te has entrado
al recóndito mar de mis hormonas?
(Tu barco
va espoleando mis olas).