Archivo de la etiqueta: Cristina peri rossi

Fusión – Cristina Peri Rossi

No conozco otra manera de superar
el tiempo y sus relojes
los días y sus disgustos
sus migrañas sus cifras de desempleo
sus turbulencias mundiales
sus injusticias
más que esta fusión de cuerpos
de pieles y de sexos
este espacio sin fronteras
este tiempo sin controles
esta libertad en fin de encadenarse
a lo que se ama
no a lo que se obedece
sumisas al amor
y no a los hemisferios
ni a las convenciones
ni a los imperios
ni siquiera a las leyes físicas
que hacen de un encuentro emocional
la fricción de pieles músculos y salivas.
Einstein descubrió que el tiempo y el espacio
son metáforas
aunque yo todavía no sé
metáfora de qué somos tú y yo
quizás de una antigua melodía del universo
antes de su descomposición.

La índole del placer – Cristina Peri Rossi

Tú querías que el placer fuera una casa
y vivir eternamente en su morada,
Pero el placer era un cuarto de alquiler.

Tú querías que el placer fuera un castillo
con anchos muros como ancas de mujer,
Pero el placer era agua
no era piedra
iba y venía
se secaba
como los cauces de ríos antiguos.

Tú querías que el placer fuera una fortaleza
al abrigo de los males de la tierra
pero el placer enmohecía
contraía virus
se enfermaba.

Tú querías que el placer fuera un palacio
con muchos aposentos
y recorrerlos uno a uno
demorarte en sus estancias,
pero el placer no era residencia.

Tú querías que el placer fuera salvación
y el placer fue condena.

Derrota – Cristina Peri Rossi

En el amor está inscrito el desamor
como las placas en el caparazón
de los galápagos.
Como los años
en los surcos del tronco de los árboles.

En el amor está inscrito el desamor
como el ocre en el ocre
como las huellas de una pintura
en la pintura
como el texto
en el palimpsesto.

Ninguna inocencia
en mi mirada enamorada
sin querer descubro
que los ojos que amo
serán un día los ojos por los que dejaré de amarte
y la risa que hoy festejo con alegría
será la que me alejará de vos.
La caricia que anhelo
mañana me dejará indiferente
y las noches de deleitoso placer
serán las pesadillas al despertar.

En el amor está inscrito el desamor
como en la vida está inscrita la muerte.

evohé (selección) – Cristina Peri Rossi

Una mujer me baila en los oídos
palabras de la infancia
yo la escucho
mansamente la miro
la estoy mirando ceremoniosamente
y si ella dice humo
si dice pez que cogimos con la mano,
si ella dice mi padre y mi madre y mis hermanos
siento resbalar desde lo antiguo
una cosa indefinible
melaza de palabras
puesto que ella, hablando,
me ha conquistado
y me tiene así,
prendido de sus letras
de sus sílabas y consonantes
como si la hubiera penetrado,
me tiene así prendido
murmurándome cosas antiguas
cosas que he olvidado
cosas que no existieron nunca
pero ahora, al pronunciarlas,
son un hecho,
y hablándome me lleva hasta la cama
adonde yo no quisiera ir
por la dulzura de la palabra ven.


_______________________



La mojo con un verso,
y ella, húmeda de mí,
rencorosa, me da la espalda.
Le digo que prefiero las palabras,
entonces se burla de ellas con gestos obscenos.
La persigo por el cuarto
y así, desnuda y herida,
con el cuerpo lleno de señales
le tomo una fotografía.
Un día seré un escultor famoso,
y ella posará para mí,
muerta de palabras,
llena de letras como despojos.



__________________


Por la calle, venían tantas mujeres
que no puedo pronunciarlas a todas,
en cambio, las amé una por una.

___________________


Las mujeres vienen de lejos,
a consolar a los poetas
de la decepción de las palabras.

___________________

Las palabras vienen desde lejos,
a consolarnos de la decepción de las mujeres.

_________________________

Los poetas aman las palabras
y las mujeres aman a los poetas
con lo cual queda demostrado
que las mujeres se aman a sí mismas.

____________________________

La palabra está sola.
El poeta         ausente.
La mujer en tinieblas.

__________________________

Las mujeres, son palabras de una lengua antigua
y olvidada.
Las palabras, son mujeres disolutas.

_____________________


Era ciego, y como la única realidad es el lenguaje,
no veía una mujer por ningún lado.

_____________________________

Los ciegos no pueden amar a las mujeres
porque no ven las palabras, bajo las que ellas andan
disfrazadas.

_________________________________



y húmeda de la lluvia de palabras,
en tu vientre crecen los sonidos
con que empezar
modestamente
a nombrar las cosas.

__________________

Cuando te nombro,
y quedas anegada,
como después de la lluvia.


__________________________


Silencio.
Cuando ella abre sus piernas
que todo el mundo se calle.
Que nadie murmure
ni me venga
con cuentos ni poesías
ni historias de catástrofes
ni cataclismos
que no hay enjambre mejor
que sus cabellos
ni abertura mayor que la de sus piernas
ni bóveda que yo avizore con más respeto
ni selva tan fragante como su pubis
ni torres y catedrales más seguras.
Silencio.
Orad: ella ha abierto sus piernas.
Todo el mundo arrodillado.

Historia de un amor – Cristina Peri Rossi

Para que yo pudiera amarte
los españoles tuvieron que conquistar América
y mis abuelos
huir de Génova en un barco de carga.

Para que yo pudiera amarte

Marx tuvo que escribir El Capital
y Neruda la Oda a Leningrado.

Para que yo pudiera amarte
en España hubo una guerra civil
y Lorca murió asesinado
después de haber viajado a Nueva York

Para que yo pudiera amarte
Catulo se enamoró de Lesbia
y Romeo, de Julieta
Ingrid Bernand filmó Strómboli
y Pasolini, Los cien días de Saló.

Para que yo pudiera amarte
Luís Llach tuvo que cantar El Segadors
y Milva, los poemas de Bertolt Brecht.

Para que yo pudiera amarte
alguien tuvo que plantar un cerezo
en la tapia de tu casa
y Garibaldi pelear en Montevideo.

Para que yo pudiera amarte
las crisálidas se hicieron mariposas
y los generales tomaron el poder.

Para que yo pudiera amarte
tuve que huir en barco de la ciudad donde nací
y tú resistir a Franco.

Para que nos amáramos, al fin,
ocurrieron todas las cosas del mundo

Y desde que no nos amamos
Sólo existe un gran desorden.

Después – Cristina Peri Rossi

Y ahora se inicia
la pequeña vida
del sobreviviente de la catástrofe del amor:
hola, perros pequeños,
hola, vagabundos,
hola, autobuses y transeúntes
Soy una niña de pecho
acabo de nacer
del terrible parto del amor
Ya no amo
Ahora puedo ejercer en el mundo
inscribirme en él
soy una pieza más del engranaje
Ya no estoy loca.