Presencia – Pureza Canelo

En ti toda la hora buscando		
la distancia más alta del insecto,		
la fibra de la montaña		
envuelta en pinos, en la leyenda		
de parte a parte, de boca a boca,		
como la oscuridad del verso.		
Y sueño mi corazón.		
Bajo el peldaño de la concha,		
bajo otra, bajo más		
la compañía de ti, amor de la noche		
bajo el sol,		
tú, conservador del alma mía,		
de los besos que no existen,		
con todas las nubes acampanadas,		
el tiempo sin el olvido,		
en mi perseverancia.		

Amor, tú, único domador de mis huesos,		
de la distancia,		
de la copla sonámbula,		
este destino en que deshaces mis nudos		
como en ventana abierta.		
Y aquí en la tarde		
cuando la presencia no va a dormir nunca		
no es tu cabeza quien me convoca a ti		
sino el hormiguero de vuelta ya		
que encontrará en la noche		
su martillo silencioso.

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