La bella enrolla su cortina perlada.
Sentada en la sombra, fruncidas las cejas.
En sus mejillas se ven huellas de lágrimas.
Mas ¿a quién le deberá tanta tristeza?
La bella enrolla su cortina perlada.
Sentada en la sombra, fruncidas las cejas.
En sus mejillas se ven huellas de lágrimas.
Mas ¿a quién le deberá tanta tristeza?