Mano – Miguel Ángel Velasco

Miro tu mano quieta
sobre mi pecho,
tan tímida que apenas se diría
que ha crepitado al roce
de una espuma nocturna, que muy dócil
se somete a esa música
precisa de la sangre, y que un arder
aún más de álgida fiebre ya le pulsa
su racha de coral en otra atmósfera.
Quién lo diría de este manso lirio,
que tu mano de luz se sueña estrella
abriéndose de noche, una bengala
en fuga del arrullo y la caricia.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.