El más fino fango
del paraíso
helo ante mí.
A mí me place
sentirla así,
como un cojín
para mirarla.
Y nada más,
salvo algún beso,
o algún desmán.
El más fino fango
del paraíso
helo ante mí.
A mí me place
sentirla así,
como un cojín
para mirarla.
Y nada más,
salvo algún beso,
o algún desmán.