Vuelve a tu cuarto silencioso,
abre la puerta, espera,
qué viaje tan distante,
qué lluvia cuando enciendes
esa luz de bombilla que pende desde el techo,
qué nevada, qué cántico,
qué noche de los años de la vida,
madre, no estáis aquí,
estáis todos abajo todavía,
junto a la chimenea, yo rezo a San Pancracio.