Dominio de la noche – Luis Antonio de Villena

El cabello se esparce suavemente en el lino,
como un mar que es el oro si despacio amanece.
Suavemente se pliegan las pestañas, y los
besos se duermen en los labios y respiran flores.

Ignora la cintura que es sagrada la mano
que recorre las piernas y sus bahías dulces,
la extensión marina del lino que se tuerce,
las playas invisibles de la espalda. Todo ignora.

Y otra mano se expande así, muy quedamente,
y al moverse, el impulso descubre más ocultas
dulzuras, Besos. Deseos. Amor. Ignoradas bahías.
Duérmese. Y yo miro dormir tu joven negligencia.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.