Soy como lluvia: el descenso
de una nube desplomada.
Soy una risa gastada
y sollozo cuando pienso.
Soy un castillo indefenso,
soy una inútil certeza:
se arruinó la fortaleza
cuando murió el verbo amar.
Y nunca supe gritar:
perdonadme la tristeza.