Cuando muera
no te eches a llorar,
échate la siesta con tu amante de turno.
Cuando muera
no te eches a llorar,
échate el alma a la espalda
y mi amor a los pies
como aquel día.
Cuando muera
no te eches a llorar,
seré yo la que llene con mi llanto
tus manos vacías.