Tú, el Gran Pájaro Azul, la Luminosa Guacamaya,
el Supremo Decisor, el que crea y concede la Vida,
estremeces tus alas y te extiendes volando en ti mismo.
Esto has hecho aquí, sobre la plenitud de mi casa,
y mi casa es ahora el Lugar de la Vida.
Vivimos en tu piedad, vivimos en tu pensamiento.
Así vivimos aquí, en los espacios de la tierra.
Has hecho que tus alas se estremezcan y te has extendido sobre mi casa.
Has creado la vida en mi casa.
Mi casa es ahora el Lugar de la Vida.