todo, era inverso de aquella
cocción mortal para la que no hubiera
expresión ni posible
acercamiento, lo que ahogaba
irredento, sin filia y sin ser
fobia, al margen de la vida y
de los hechos, dándole rara
dicción a lo que no sabía, lo quieto
va sin música, era sin esperanza aquella
voz, y era en su eco, neutra o próxima
a la dicha, a toda dicha ajena