Me dijiste que debía
olvidar todo lo que me habías hecho
para que esto pudiera funcionar.
Y lo hice, amor, lo hice,
y olvidé también y sin querer
tu manera de acariciarme,
tu facilidad de hacerme reír,
tu esmero al limpiarme,
el amor al cuidarme,
y te olvidé a ti entre un daño
y otro,
olvidé sin querer.
Esa pregunta que termina
con todo:
¿puedes seguir enamorada de alguien
que has dejado de querer?